Cuando ingerimos sustancias como café, té, nicotina, alcohol o medicamentos podemos notar un cambio en el estado psicológico (Ej. fármacos antidepresivos). Esto se debe a que hay receptores cerebrales sensibles a estos químicos.
Cada vez más, se está teniendo en cuenta las bases genéticas de estos efectos farmacológicos en el sistema nervioso central. Estudiar esto es tarea de la psicofarmacogenética.
La importancia de este abordaje radica en las reacciones adversas de los fármacos: quizá un fármaco clínicamente eficaz sea inocuo en una persona y mortal en otra.
Hoy en día los fármacos se recetan basándose en aquello que funciona en general sin tener en cuenta las particularidades de los individuos.
Bibliografía:
Bibliografía:
- Corr, Philip J.; Psicología biológica. Capítulo 12: “Psicofarmacología”. Mc Graw Hill
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