Existen distintas teorías respecto de cómo se desarrolla el lenguaje. Algunas de ellas son:
Teoría del aprendizaje
Los teóricos del aprendizaje, tales como Skinner (1957) y Bandura (1971), se encuentran muy ligados al conductismo. Éstos consideran al lenguaje como un comportamiento que surge o se inhibe en función de los estímulos y respuestas provenientes del medio en el que se desarrolla el niño. En este sentido, consideran que el lenguaje se aprende a través de la imitación y el reforzamiento. Por este motivo, los adultos responsables de la crianza del niño, tendrán una gran importancia porque son los que favorecerán el aprendizaje del lenguaje a través de modelar y reforzar el habla gramatical.
Teoría innatista
Dentro de los teóricos que adhieren a esta perspectiva se encuentran Chomsky (1959, 1968), Lenneberg (1967) y Dan Slobin (1985). Estos autores, consideran que el lenguaje tiene una estructura demasiado compleja como para poder ser transmitida por los padres o adquirida por ensayo y error. Por eso plantean que los seres humanos estamos biológicamente programados para adquirir el lenguaje y no le adjudican importancia a la interacción social para la consecución del mismo.
Chomsky propone que los seres humanos venimos con un Dispositivo de Adquisición del Lenguaje (DAL). El DAL es un dispositivo que funciona como un procesador lingüístico innato, que contiene una gramática universal (reglas comunes para todos los lenguajes), que se activa ante ciertas entradas verbales y que le permite al niño (que haya adquirido un vocabulario suficiente), combinar palabras siguiendo las reglas y entender lo que escucha. De este modo, si el niño nace con un DAL, lo único que se necesita para adquirir el lenguaje es ser expuesto en forma regular a muestras del habla.
Teoría interactivista
Bohannon y Bonvillian (1997) y Tomasello (1995) son de los autores que adhieren a esta perspectiva. Estos teóricos no ponen el acento en un único factor como los de las teorías anteriores (biológico-innato o medio-aprendizaje), sino que plantean que hay una compleja interacción entre lo dado desde el momento del nacimiento, la maduración biológica, el desarrollo cognitivo y la relación con el medio ambiente socio-afectivo. Es decir, que la capacidad innata para adquirir el lenguaje, no está dada por un DAL sino por la presencia de un cerebro que madura lentamente y le permite al niño obtener cada vez más conocimiento. Pero a este factor hay que articularlo con las interacciones sociales en las que se utiliza el lenguaje.
Según esta teoría, tanto el niño como el adulto tienen un rol activo durante la adquisición del lenguaje: por un parte, el ambiente no solo influye en el niño sino que también el niño modifica el ambiente y, por otra parte, el adulto introduce paulatinamente reglas y conceptos lingüísticos nuevos.
Bibliografía:
- Berenbaum, Laura. Acerca del desarrollo del lenguaje. Ficha de clase.
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