Charles Lasegue es un psiquiatra francés que escribió uno de los primeros trabajos científicos sobre anorexia. En este trabajo, concibe a la anorexia como un tipo de histeria. Transcribo algunas puntualizaciones de su artículo:
"El nombre de anorexia podría ser sustituida por el de inanición histérica que representaría mejor la parte más sobresaliente de los trastornos. [...] De los diversos tiempos de que se compone la digestión, el que mejor analizaron los enfermos y peor estudiaron los médicos es, sin lugar a dudas, el de la necesidad y deseos de comer. [...] Por general que sea la inapetencia existe una escala de graduación y los alimentos no son rechazados con la misma insistencia.
[...] ¡Pobre del médico que desconociendo el riesgo, utilice la fantasía mal e indefinidamente, obstinándose en resolver los problemas mediante la medicación, los consejos amistosos o echando mano de recursos aún más defectuosos como la intimidación! Con las histéricas un primer fallo es imposible repararlo. Están a la espera de cualquier juicio que se emita sobre ellas, fijándose especialmente en aquellos en los que se coincide con la familia. En tal caso, no perdonan [...]
[La histérica...] no duda en afirmar que la única forma que tiene de aliviar su dolor es absteniéndose de comer. De hecho los remedios apropiados para otras gastralgias son aquí absolutamente ineficientes [...]. La enferma ha perdido las ganas de comer y para que consienta en alimentarse será necesario que venza el temor al dolor por ella misma. [...] Lejos de empeorar y entristecerse despliega una alegría que no es normal [...]
La repugnancia a alimentarse sigue lentamente su curso progresivo. Las comidas se reducen cada vez más llegando a comer solo una vez al día [...]. Va suprimiendo sucesivamente distintas especies de alimentos. [...]
El persistente estreñimiento cede con laxantes suaves, el vientre no se contrae y el sueño sigue siendo más o menos regular. La enferma no adelgaza, aunque la alimentación actual apenas representa una décima parte de lo que habitualmente come. [...] El apetito se limita a alimentos extrañamente escogidos. [...] La disminución de alimentos se hace gradualmente y sin brusquedades; en consecuencia, la economía del organismo se adapta. [...]
La disminución de la comida lejos de abatir las fuerzas musculares tiende a incrementar la aptitud para el movimiento. La enferma continúa sintiéndose activa, ligera, [...] sin acusar cansancio. [...]
La enferma se refugia en un mutismo total y prefiere antes escribir sobre un cuaderno que articular una sola palabra. Se confina así en un aislamiento voluntario."
Como signos se mencionan:
- Retracción de la pared abdominal y pérdida de la elasticidad
- Estreñimiento
- Piel seca, rugosa y sin elasticidad
- Aumenta la frecuencia del pulso
- Cara pálida y labios descoloridos
- Soplo cardiovascular de origen anémico
Bibliografía:
- Lasegue, C. (1873) (Acerca) De la anorexia histérica. Traducción Melendo, J. J.
No hay comentarios:
Publicar un comentario