Se llama equidad o sesgo al factor inherente a una prueba que impide la medición precisa e imparcial de lo que pretende evaluar. Por ejemplo, si la persona no entiende la consigna o la técnica no está acorde a su cultura se introducirá un sesgo que habrá que contemplar al momento de hacer la interpretación. Por lo tanto, una fuente de error que atenta contra la validez de las técnicas es la mala adaptación de una prueba de una cultura a otra.
La adaptación de las técnicas requiere hacer tres tipos de equivalencias:
- Equivalencias lingüísticas: que las palabras tengan el mismo significado en las diferentes culturas.
- Equivalencias conceptuales: que el constructo tenga el mismo significado en diferentes culturas.
- Equivalencias métricas: asegurarse que siga midiendo las variables que medía la técnica original y de la misma forma (por ejemplo usar baremos actualizados).
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