Freud descompone al proceso de la represión en tres fases:
1. La primera de ellas es la fijación y se describe en el post anterior.
2. La segunda es la represión propiamente dicha. "Ella parte de los sistemas del yo de desarrollo más alto, susceptibles de conciencia, y en verdad puede ser descrita como un «esfuerzo de dar caza»". Es un proceso activo mientras que la fijación es pasiva. "A la represión sucumben los retoños psíquicos de aquellas pulsiones que primariamente se retrasaron, cuando por su fortalecimiento se llega al conflicto entre ellas y el yo (o las pulsiones acordes con el yo), o bien aquellas aspiraciones psíquicas contra las cuales, por otras razones, se eleva una fuerte repugnancia".
"Esta última no traería por consecuencia la represión si no se estableciera un enlace entre las aspiraciones desagradables, por reprimir, y las ya reprimidas. Toda vez que ello sucede, la repulsión de los sistemas conscientes y la atracción de los inconscientes ejercen un efecto de igual sentido para el logro de la represión".
3. La tercera fase, que es la más sustantiva para los fenómenos patológicos, es el fracaso de la represión y con ella el retorno de lo reprimido. "Tal irrupción se produce desde el lugar de la fijación y tiene por contenido una regresión del desarrollo libidinal hasta ese lugar".
1. La primera de ellas es la fijación y se describe en el post anterior.
2. La segunda es la represión propiamente dicha. "Ella parte de los sistemas del yo de desarrollo más alto, susceptibles de conciencia, y en verdad puede ser descrita como un «esfuerzo de dar caza»". Es un proceso activo mientras que la fijación es pasiva. "A la represión sucumben los retoños psíquicos de aquellas pulsiones que primariamente se retrasaron, cuando por su fortalecimiento se llega al conflicto entre ellas y el yo (o las pulsiones acordes con el yo), o bien aquellas aspiraciones psíquicas contra las cuales, por otras razones, se eleva una fuerte repugnancia".
"Esta última no traería por consecuencia la represión si no se estableciera un enlace entre las aspiraciones desagradables, por reprimir, y las ya reprimidas. Toda vez que ello sucede, la repulsión de los sistemas conscientes y la atracción de los inconscientes ejercen un efecto de igual sentido para el logro de la represión".
3. La tercera fase, que es la más sustantiva para los fenómenos patológicos, es el fracaso de la represión y con ella el retorno de lo reprimido. "Tal irrupción se produce desde el lugar de la fijación y tiene por contenido una regresión del desarrollo libidinal hasta ese lugar".
Bibliografía:
- Freud, S. (1911-1913) Obras completas. Tomo XII. Sobre un caso de paranoia descrito autobiográficamente (Schreber). Página 62 y 63. Amorrortu.
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