En el estadio sensoriomotor, el egocentrismo, pasa por una falta de diferenciación entre el yo y no yo. Durante el preoperatorio, se evidencia en la dificultad para adaptar las habilidades comunicativas al tipo de interlocutor. En el estadio operacional concreto, pasa por la confusión entre las hipótesis y los hechos, resultando insensible ante las contradicciones. Finalmente, en el estadio operacional formal, el egocentrismo aparece como una confianza excesiva en el poder de las ideas, una audiencia imaginaria y una fábula personal.
Bibliografía:
- Carretero, M. (1985) "Teorías de la adolescencia", en Palacios, J. et al (comps.) Psicología evolutiva. Tomo 3, Alianza, Madrid.
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