viernes, 29 de mayo de 2015

¿Qué quiere decir resolución edipica?

"Se trata de una aceptación de la ley de prohibición del incesto, de una renuncia, incluso a nivel imaginario, al deseo de contacto corporal genital con el progenitor del sexo complementario y a la rivalidad sexual con el del mismo sexo. […]
Se trata también de una eventual aceptación de la muerte posible de los padres, sin culpabilidad mágica al pensar en ella. En el caso en que la pareja de los padres sea equilibrada, quiero decir que esté compuesta por dos individuos sanos psicológica y sexualmente, aun cuando no posea ningún conocimiento consciente de psicología y de psicoanálisis, y quizá sobre todo por eso, todo acontece en forma ordenada en lo que se refiere a los instintos del niño. Las pesadillas o las escenas de oposición de caracteres o de celos de amor que traducen el período crítico de los 7 años cesan, ya no aparecen más los pequeños síntomas que caracterizan la vida de todos los niños de esa época. El niño, en circunstancias favorables, comienza a desinteresarse en forma cortes, pero clara, de la impresión que causa a su padre o a su madre, a despreocuparse por su vida íntima que, hasta el momento en que conoció su sentido… estimulaban su curiosidad. Se vuelve mucho más sensible a las condiciones sociales que su filiación le procura, se ocupa más de observar a sus padres en su vida social. […]
Se interesa cada vez más, lo demuestre o no, en la vida de los niños de su edad, en su escolaridad, en sus propias ocupaciones personales, y abandona  el modo de vida en que todo giraba el alrededor del juicio de los adultos sobre su persona. […]
El hecho de que el Complejo de Edipo ha sido resuelto se manifiesta en forma indirecta cuando el niño que se desenvuelve bien en el hogar puede desplazar la situación emocional triangular primitiva y situarla en el medio ambiente, en la escuela y en las actividades lúdicas de entre sus muchos compañeros, puede hacerse dos o tres amigos verdades, amistades que todavía están expuestas a desilusione que las pongan a prueba. Por el contrario, el niño que no ha resuelto su Edipo sigue estando muy dominado por el ambiente emocional de su relación con el padre o con la madre."
 
Bibliografía:
  • Dolto, F. (1987) Prefacio del libro “La primera entrevista con el psicoanalista”. VI. El complejo de Edipo y su resolución. Patogenia o profilaxis mental de sus trastornos. Gedisa Editorial. Buenos Aires.

sábado, 23 de mayo de 2015

Cuando los progenitores son reemplazados

Toda vez que los progenitores son impotentes para satisfacer el rol del que son responsables y son reemplazados por alguna otra persona entre sus hermanos o sus ascendientes (la abuela, tía, encargada, hermano mayor, etc.), se produce también una distorsión: en dicho caso la situación triangular existe, pero la persona que sirve de apoyo a la imagen paterna o materna no está marcada con una rivalidad sexual… Es decir, no es el rival que, a través de la angustia de castración, regula sus aspiraciones incestuosas. Todas estas sustituciones prótesis engañosas que sin embargo, y en algunos casos, facilitan la vida material, en apariencia o en lo inmediato, y evitan que el niño viva experiencias de soledad verdadera o de abandono, no presentan ningún peligro si se subraya constantemente que esta persona sustituto no asume esa relación por derecho propio, sino que toma el lugar de uno de los padres ausentes, y se deja libre al niño para optar naturalmente y asumir con confianza sus propias iniciativas.”

Bibliografía:
  • Dolto, F. (1987) Prefacio del libro “La primera entrevista con el psicoanalista”. VI. El complejo de Edipo y su resolución. Patogenia o profilaxis mental de sus trastornos. Gedisa Editorial. Buenos Aires.

viernes, 15 de mayo de 2015

La asimilación del rol opuesto (madre o padre) es patógena

"Toda asimilación de la madre al rol del padre es patógena, tanto cuando la madre decreta que el padre es incapaz y se coloca en su lugar, como cuando él está ausente o ella no toma en cuenta sus deseos. En efecto, cabe preguntarse en relación con qué o con quién, la madre lo juzga insuficiente y lo sustituye. Al actuar de este modo, la madre se refiere obligatoriamente a su propio padre, o si no a un hermano, o a su propia homosexualidad latente o a otros hombres de más valor que el padre del niño hombres idealizados por ella, quien se siente impotente por no haberlos escogido como compañeros. Toda sustitución del padre al rol de la madre, si ella está ausente o si es realmente peligrosa a causa de un estado de enfermedad actual, tiene el mismo rol patógeno de desviación de la situación triangular, si no se tiene en cuenta un deseo de la madre conocido por el niño."
 
Bibliografía:
  • Dolto, F. (1987) Prefacio del libro “La primera entrevista con el psicoanalista”. VI. El complejo de Edipo y su resolución. Patogenia o profilaxis mental de sus trastornos. Gedisa Editorial. Buenos Aires.

jueves, 7 de mayo de 2015

No todos los miedos requieren un tratamiento


En el artículo de referencia, se reflexiona sobre lo que son y lo que no son las fobias en la infancia partiendo de que a partir de la vulgarización del término "fobia", se llama de esta forma a situaciones muy diferentes. En este sentido, la autora, dice:
"El primer error a producir es la confusión entre ataques de pánico y fobia. Esta equivocación suele darse más cuando se suele hablar de fobias en los adultos. Sin embargo, es preciso discernir esos estados de angustia inminente que irrumpe en los ataques de pánico, de la localización del miedo en un objeto fobígeno. En este sentido la fobia ya implicaría un hilván que permitiría nombrar y acotar algo de ese real disruptivo.
En tiempos de infancia [...] es típico que advengan una serie de 'miedos', que aparecen recurrentemente y que Freud denominaba 'histerias de angustia': miedo a la oscuridad, a los monstruos, a los perros, a los insectos, a estar solos. Señalaba que muchas de estas 'fobias', 'curaban solas'; es decir que no necesitaban de la intervención del analista para su resolución. Pero hablará también de 'neurosis de la infancia': momento de eclosión ya en esos primeros tiempos de padecimiento genuino que requiere de alguna otra operatoria de ciframiento y lectura para su resolución. Considero vital distinguir estos dos modos de presentación del miedo: en un caso la fobia sería un momento lógico de la constitución subjetiva y por ende estructurante del psiquismo, y su resolución permitiría al niño resolver la función paterna siempre fallida. Implicaría cernir un afuera de lo materno en ese pasaje siempre complejo entre ser y tener el falo. La segunda forma de presentación, implica el fracaso mismo de la operatoria, en la persistencia del miedo en tiempo de latencia. [...] Se arma una especia de impasse entre dejar de ser aquello que colmaría al Otro y la propia satisfacción: 'si digo sí a la satisfacción me quedo sin lugar en el Otro; si digo no a la satisfacción me quedo atrapado en el Otro'. La neurosis de la infancia ya conlleva la dimensión de conflicto y de respuesta primera a ese conflicto.
Entonces no todas las consultas deberían derivar en un tratamiento para el niño. Muchas veces es más una dificulta de los padres para soportar la angustia del niño, y para oficiar ellos mismos como soporte frente al miedo, en una imposibilidad de brindarle alguna palabra que haga borde a lo qe irrumpe como innombrable por su estructura."
Más adelante en el mismo artículo la autora menciona que en el caso del trabajo con los padres hay que situar que no todo es patológico, que hay procesos que son propios de esa etapa evolutiva. "En otros casos la consulta es vital, en la medida en que el miedo va ganando terreno en la vida del niño, acompañado generalmente por una gran cantidad de inhibiciones que van limitando cada vez más su autonomía."
 
Bibliografía:
  • Iuale, L. (2015) La función de la fobia en la infancia. En: Imago Agenda. N° 188. Febrero 2015. Página 42.

viernes, 1 de mayo de 2015

Final de Psicoanalisis I

Final previo tomado el 25/4/2013:
1. Teoria traumática de Freud.
2. ¿Cuáles son los destinos de la pulsion? Describa dos.
3. Energia regrediente en el sueño.
4. Explique el olvido de nombres propios. Ejemplifique con el caso Signorelli.

¡Gracias por compartirlo!