martes, 28 de mayo de 2013

Tengo el título ¿Y ahora qué hago?

Una vez que se tiene el título lo que hay que hacer es legalizarlo y tramitar la matrícula.
 
Para legalizarlo hay que ir con el título al Ministerio del interior (en 25 de mayo 179) en el horario de 9 a 17 hs. Este trámite es gratuito, rápido y no es personal. Para tramitar la matrícula hay que ir al Ministerio de salud (en Av. 9 de julio 1925) con el original y la copia en hoja A4 de:
  • El título legalizado
  • La constancia de CUIT/CUIL
  • El DNI: primera, segunda hoja y cambios de domicilio.
Este trámite es personal y, a mayo de 2013, tiene un costo de $53.
Si bien el horario de atención del ministerio es de 9.30 a 15.30 Hs., por día se entregan alrededor de 70 números por lo que es recomendable ir temprano. A las 8.00 empiezan a repartir los turnos. El trámite consiste en la verificación de la documentación en el área de Registro Único de Profesionales, luego se abona en tesorería, a continuación se hace la foto y la devolución del título y finalmente la entrega de las tarjetas. La matrícula otorgada expira a los 6 años.

jueves, 23 de mayo de 2013

La estratificación de sentimientos segun Scheler

Max Scheler plantea la tesis de que no todos los sentimientos tienen la misma cualidad ni pertenecen al mismo nivel de la vida afectiva, sino que se distribuyen en cuatro capas o estratos que van desde lo más sensible a lo más espiritual.
En la primera capa se encuentran los sentimientos sensibles o sensaciones afectivas que son un tipo especial de sensaciones que, a pesar de que aparecen vinculadas con sentimientos y tienen un objeto, no son intencionales. Se caracterizan por poder localizarse en el cuerpo y porque su referencia al yo es indirecta. Ejemplos de estos son el dolor corporal, el bienestar corporal (cosquilleo, comezón y sensaciones exuales), la agradabilidad y desagradabilidad ligadas a sensaciones de los sentidos y a temperaturas, olores, gustos, tonos y colores, las pasiones y llas reacciones, y los valores correspondientes de lo agradable y de lo desagradable, de lo útil e inútil.
En la segunda capa ubica los sentimientos corporales (como estados) y los sentimientos vitales (como funciones). Estos, si bien tienen una relación con el cuerpo, carecen de una localización concreta. Su función principal es señalar la significación de los procesos que ocurren en nuestro cuerpo y a su alrededor. Nos hacen sentir por ejemplo la cercanía a la salud o enfermedad, al peligro o porvenir, etc. Aquí se encuentran la angustia, el miedo, el asco, el apetito, la aversión, la simpatía y la vergüenza, entre otros.
En la tercera capa se encuentran los sentimientos anímicos o puros que no están vinculados con el cuerpo, sino con el yo psíquico, como la alegría y la tristeza, y que presentan los valores éticos (justo e injusto), estéticos (bello y feo) y del conocimiento (verdadero y falso).
En la cuarta capa están los sentimientos espirituales o sentimientos de la personalidad, tales como la beatitud y la desesperación, los valores de lo sagrado y lo profano.


Bibliografía:
  • Vendrell Ferran, I. (2004). Sobre el pudor y el sentimiento de vergüenza. Presentación. Páginas 9 y 10. Ediciones Salamanca.

domingo, 19 de mayo de 2013

Primer parcial de Psicoanalisis I

Parcial tomado en el turno mañana el 13/05/2013

1. Explique el olvido de nombres propios y cuente el ejemplo de Signorelli.
2. Explique por qué Freud abandona la teoría del trauma.
3. Defina pulsión y desarrolle sus destinos.
4. Explique por qué el sueño es el cumplimiento de un deseo.
5. Explique cómo se forman los sueños.

¡Gracias Cris por la contribución!

martes, 14 de mayo de 2013

Deseo, placer y goce

En el prólogo del libro "El orden médico", Antoni Vicens, sintetiza una diferencia entre el goce y el placer de la siguiente manera:
"El goce, distinto del placer, «es del orden de la tensión, del forzamiento, del gasto, incluso de la hazaña». El placer por el contrario es reducción de la tensión, desaparición de la excitación; es por tanto lo que nos mantiene a distancia - respetuosa, dice Lacan - del goce. El deseo es «el punto de compromiso, la escala de la dimensión del goce». El deseo tiende a sacarnos, por decirlo así, del sopor del placer, llevando más allá la barrera que el placer le pone al goce. El deseo nos hace entrar, más allá de lo que queremos, en la dimensión gozante. Y ello lo hace - descubrimiento esencial el psicoanálisis - de manera fantasmática, imaginaria, no realizable del todo. Pero justamente eso es lo que el sujeto quiere saber, quiere saber qué rige su goce. Y por tanto no le queda otra solución que hacer pasar ese fantasma por el lenguaje."

Bibliografía:
  • Vicens, A. (1978) Prólogo en El orden medico. Editorial Argot. Paris. ISBN: 84-85860-05-5


viernes, 10 de mayo de 2013

Freud, pasion secreta

Título original: Freud.
Traducción: Freud, pasión secreta
Dirección: John Huston
Actores: Montgomery Clift, Susannah York, Larry Parks, Susan Kohner, Eileen Herlie, Fernand Ledoux, David McCallum y Rosalie Crutchley
País: Estados Unidos
Año: 1962
Género: Biográfica
Duración: 139 minutos


La película describe, a partir de 1885, cinco años de la vida de Freud. Es interesante ver la concepción de la histeria de la época. Por ese entonces, muchos de sus colegas rechazaban tratar a estas pacientes por considerarlas simuladoras.
En la película también se puede observar el uso de la hipnosis para que cesen algunos síntomas y para provocar otros, el rechazo de las postulaciones de Freud, la sexualidad infantil, los sueños, el complejo de Edipo y su relación con Charcot, Meynert y Breuer.
El guión fue supervisado por Jean-Paul Sartre.

domingo, 5 de mayo de 2013

El deseo es el deseo del Otro

En el prólogo del libro "El orden médico", Antoni Vicens, habla del deseo inconsciente para introducir luego el tema del goce. Considero que lo que menciona puede servir para explicar parte de la fórmula "El deseo es el deseo del Otro".
Vicens dice que "El inconsciente estructurado como un lenguaje es el inconsciente descubrierto por Freud. Aunque él no lo formulara con estas palabras, las obras fundamentales de Freud [...] convergen exactamente en esta hipótesis. El deseo humano adquiere acá un nuevo análisis. «No hay un inconsciente porque hay un deseo obstuso, pesado o incluso animal, un deseo incosnciente surgido de las profundidades, que sería primitivo y que tendría que elevarse al nivel superior de lo consciente. Muy al contrario, hay un deseo porque hay un inconsciente, es decir, lenguaje que se le escapa al sujeto en su estructura y en sus efectos, y porque hay siempre en el nivel del lenguaje algo que está más allá de la conciencia; y es ahí donde puede saturarse la función del deseo». Esos excesos de lenguaje para el sujeto le delimitan un lugar distinto de él, el lugar del Otro, en el que reside el lenguaje que está excluido de su ominio. Y en ese lugar está el goce."



Bibliografía:
  • Vicens, A. (1978) Prólogo en El orden medico. Editorial Argot. Paris. ISBN: 84-85860-05-5