sábado, 19 de febrero de 2011

Aprender a fluir para ser feliz

INTRODUCCIÓN

La semana pasada, tuve un curso de Equipos de alto rendimiento, en el trabajo. Una de las cinco dimensiones de estos equipos es el “Espíritu de cuerpo” y una de las formas de lograrlo es aprendiendo a fluir. A raíz de esto, la psicóloga que daba el curso, nos transmitió varios conceptos obtenidos del libro Aprender a fluir de Mihalyi Csikszentmihalyi.


APRENDER A FLUIR Y FELICIDAD
Cuando la esperanza de vida era más acotada, las personas no invertían su tiempo en ver cómo podían ser felices, sino que se concentraban en la perpetuación de la especie. A partir del aumento de la esperanza de, la psicología positiva, comenzó a preguntarse cómo ser feliz.

Fue así como se iniciaron extensos estudios en los que se evaluó, durante mucho tiempo, la vida de personas que se consideraban felices. De esto surgió un listado de características comunes entre las que se encontraban:

  • Vida social: estar en contacto con la familia, los amigos, etc. para evitar a soledad e intentar formar algo que vaya más allá del sí mismo. Al mismo tiempo, concluyeron que las personas fluyen más cuando están con amistades que con la familia porque sienten menos responsabilidades.
  • Relación satisfactoria de pareja
  • Plenitud sexual
  • Optimismo y gratitud
  • Perdonar a los demás
  • Evitar la envidia: ya que aporta mal humor.
  • Mantenerse activos: haciendo las cosas que nos gustan.
  • Gustarse, tratase bien y disfrutar de las pequeñas cosas.
  • Relajarse.
  • Libertad: sentimiento de poder escoger.
  • Dinero: en la medida justa ya que por sí mismo no aporta felicidad. Aquellas personas obsesionadas por el vil metal, no son felices. Otro patrón interesante que se encontró indica que la euforia de las personas que ganan un gran premio económico, como puede ser la lotería, dura solo tres días y a los pocos meses vuelven a vivir como antes.
Teniendo en cuenta esto, todos somos parcialmente responsables de nuestra felicidad. Así es que la pregunta ya no sería “¿Qué me hace feliz?” sino “¿Cómo me hago feliz?”. Y esto es lo que estudió el psicólogo Mihalyi Csikszentmihalyi.

Mihalyi propone que la felicidad depende de la experiencia y la experiencia depende de lo que se hace. En promedio, un tercio de nuestra vida estamos trabajando y/o estudiando, otro tercio, al que llama Mantenimiento, se lo dedicamos a mantener el cuerpo. Esto abarca el conjunto de actividades que uno realiza sin recibir dinero a cambio y debe hacerlas porque sino el cuerpo se deteriora. Estas actividades incluyen afeitarse, bañarse, comer, etc. En el último tercio se incluyen las actividades que tienen lugar en el tiempo libre y que son las que dan placer.

Una paradoja a la que arribó en su estudio es que la gente es menos feliz durante los fines de semana. En estos días, es donde aparece la mayor cantidad de síntomas. Esto es porque durante la semana, con el trabajo o el estudio, la gente tiene los objetivos claros y recibe un feedback por lo que hace. A pesar de eso, las personas esperan la hora de salir de su trabajo, y cuando llegan a sus casas no saben qué hacer: se deprimen, se aburren, prende la televisión…

Las personas más felices son aquellas que alcanzan más estados de flujo. Es decir que éstos estados no aparecen solamente en el tercio de tiempo libre, sino que también, lo hacen en los otros dos tercios.

Bibliografía:
  • Csikszentmihalyi, M. (1998) Aprender a fluir. Kairós, Barcelona.
  • Neumarkt, Ingrid. Curso: Equipos de alto rendimiento. Consultora: Whalecom.
  • Redes. Video 374. Aprender a fluir.

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