sábado, 9 de agosto de 2008

Sin preocupaciones

Quiero compartir la concepción que Epicteto tiene respecto a las preocupaciones. La encontré estudiando filosofía con el primer capítulo del libro Principios de Filosofía de Adolfo P. Carpio


Epicteto (50-138 d.C.) fue un filósofo de la escuela estoica. El ideal de vida de los estoicos consistía en lograr la más completa impasibilidad frente a todo lo que pudiera perturbarlos.

Epicteto sostuvo que el origen del filosofar reside en la conciencia de la propia debilidad e impotencia del hombre (su finitud). Sostiene que hay dos tipos de cosas en la vida: las que dependen de nosotros y las que no dependen de nosotros (como la muerte, la fama, la riqueza o la enfermedad). Al tratarse de cosas que no dependen de mi, es insensato que me preocupe.

Por ejemplo, si muere un amigo no tiene sentido que me desespere porque esa muerte no depende de mí, yo no podía modificarla ni impedirla y si me preocupase por esa muerte, lo único que haría sería sumar a una desdicha (la de la muerte) otra más que es la de mi dolor, la de mi sentimiento de impotencia.

En resumen, lo único que depende de mi son mis pensamientos, opiniones y deseos, es decir, todo acto del espíritu. Epicteto sostiene que esto es lo único que puede modificar y que el hombre logrará la felicidad en la medida en que se aplique solamente a este propósito.

No hay comentarios: