Los niños con estilos de apego elusivo evitativo, exhiben un aparente desinterés a la presencia de sus cuidadores y un desapego de los mismos durante períodos de angustia. Esto se produce cuando el cuidador es distante, inexpresivo y se mantiene impávido ante sus necesidades. En estos casos el niño no encuentra respuesta a su conducta de apego entonces no la busca más al mismo tiempo que se vuelve socialmente aislado, irritable y distante. Al saber que no pueden contar con el apoyo del cuidador reaccionan de forma defensiva.
Estas personas, como sufrieron muchos rechazos en el pasado, intentan negar la necesidad de una figura de apego para evitar frustraciones. Es por eso que se muestran autosuficientes, que no esperan nada de las relaciones con el otro y cuyas frases de cabecera son “yo puedo solo”, “no necesito de nadie” y otras similares. Esta autosuficiencia que se muestra es el resultado del temor al dolor en las relaciones con otros. Estos niños tienen poca confianza en que otros puedan ayudarlos, poseen inseguridad hacia los demás, desconfianza, miedo a la intimidad, dificultad para depender de otros y prefieren mantenerse distanciados de ellos. Sin embargo, este apego está menos relacionado con la soledad que el ansioso ambivalente porque en el elusivo evitativo el niño no espera nada de nadie entonces no se siente sólo.
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