lunes, 14 de junio de 2010

Relaciones paternofiliares a lo largo de la historia

A lo largo de la historia se pueden distinguir seis períodos de acuerdo las características de las relaciones paternofiliares:
  • Infanticidio (antigüedad-siglo IV): caracterizada por la reacción proyectiva de los padres hacia los hijos quienes resolvían sus ansiedades respecto del cuidado de sus hijos matándolos. Aquellos niños que sobrevivían no lo hacían gratuitamente sino que debían soportar las reacciones proyectivas y de inversión de sus padres que se manifestaban en la práctica de la sodomía (coito anal) con el niño.
  • Abandono (Siglos IV-XIII): los padres empezaron a aceptar que el hijo era poseedor de un alma, de modo que la única forma de salvarlo de sus propias proyecciones era el abandono y es por esto que los internaban en monasterios, lo cedían en adopción, lo enviaban a la casa de otros nobles donde se desempeñaba como criados o los mantenían en sus propios hogares en un estado de abandono afectivo.
  • Ambivalencia (Siglo XIV-XVII): el niño seguía siendo un recipiente de proyecciones peligrosas y por eso la tarea de los padres era moldearlo. Este período se caracteriza por una enorme ambivalencia.
  • Intrusión (siglo XVIII): hay una radical reducción de la proyección y la casi desaparición de la inversión. Los padres se aproximan más al niño y tratan de hablar con ellos en lugar de golpearlos porque creían que dominando su mente podrían controlar su interior. En este período nació la pediatría como muestra de la empatía que hizo que mejoraran las condiciones de vida de los niños y por lo tanto la reducción de la mortalidad infantil.
  • Socialización (Siglo XIX-Mediados siglo XX): las proyecciones seguían disminuyendo. Ya no se buscaba dominar la voluntad del niño sino formarlo para que pueda adaptarse y socializarse. El padre comienza a interesarse por la crianza del niño.
  • Ayuda (Comienza a mediados de siglo XX): se basa en que el niño sabe mejor que el padre lo que necesita en cada etapa de su vida e implica la plena participación de ambos padres en el desarrollo de la vida del niño, esforzándose por empatizar con él y satisfacer sus necesidades particulares. El niño ya no recibe golpes . Este método exige a los padres una enorme cantidad de tiempo, energía y diálogo.
Bibliografía:
  • De Mause, Lloyd. “La evolución de la infancia”

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