jueves, 8 de enero de 2009

Estrategias de afrontamiento de la soledad

A las personas solas les cuesta mostrar su soledad y la esconden, sufriéndola en silencio porque temen ser estigmatizadas en una sociedad que valoriza el éxito social (tener pareja, muchos amigos, etc.)
Las estrategias de afrontamiento de la soledad hacen referencia a los esfuerzos cognitivos y conductuales que las personas ponen en marcha con el fin de minimizar, reducir o controlar los efectos adversos que ésta les provoca (estrés).
Salir de la situación de soledad requiere estrategias de afrontamiento y un primer paso puede ser revelar dicho estado. En los casos en que la persona sola pueda identificar el origen de su soledad y compartirlo con otros en una relación de intimidad, la soledad se atenúa. Es cierto que la intimidad es un modelo con sus riesgos ya que uno al mostrarse solo pone en evidencia su dependencia y vulnerabilidad.
Rubenstein y Shaver señalan cuatro estrategias de afrontamiento de la soledad:
  • Pasividad, tristeza, autocompasión: comer en exceso, refugiarse en la TV, dormir, tomar tranquilizantes, alcoholizarse, caer en inactividad. Estas son quienes más sufren la soledad en un círculo vicioso de baja autoestima y aislamiento social.
  • Actividad: buscar formas constructivas de pasar el tiempo solos por ejemplo desarrollando un hobby, leyendo, realizando actividad física, etc.
  • Gastar dinero: como forma de aliviar los sentimientos negativos asociados a la soledad y como forma de pasar el tiempo.
  • Buscar contacto social: llamar a amigos, visitar a alguien.

Por su parte, Edison plantea seis alternativas de afrontamiento:

  • Una orientación activa sensorial, búsqueda en el alcohol, drogas o sexo compulsivo.
  • Una salida religiosa, mística.
  • Búsqueda de relaciones interpersonales.
  • Actividades de recreación no sociales diversas como leer, estudiar…
  • Desarrollar contractos íntimos con amigos y figuras secundarias.
  • Refugio en conductas de pasividad.

Desde una perspectiva de intervención clínica, existen diferentes abordajes terapéuticos ya sea que se trate de la soledad como estado o como rasgo: para la soledad como estado son más apropiadas las terapias breves dirigidas a una intervención en crisis o a una reconstrucción de la red social, ambas apuntando a un cambio en la situación; en cambio, para la soledad como rasgo se requieren intervenciones que mejoren las habilidades sociales e interpersonales del sujeto.

Karen Rook menciona que hay tres tipos de intervenciones:

  • Las que facilitan los contactos sociales
  • Las que promueven mejores estrategias de afrontamiento de la soledad, mejor identificación de los otros significativos (amigos, familia…), el desarrollo de habilidades sociales…
  • La prevención de la soledad por ejemplo a través de grupos de apoyo en situaciones de riesgo como hijos de padres divorciados, gente de edad avanzada, etc.

Como mencionamos anteriormente la soledad por aislamiento social requiere como solución una estrategia comunitaria mientras que la soledad por aislamiento emocional requiere una estrategia dirigida al pasado que revise la historia del paciente.

La soledad puede ser un problema cuando no la elegimos, no sabemos estar con ella o no sabemos salir de ella. El fracaso de las relaciones interpersonales puede ser útil si sacamos provecho y revisamos nuestro estilo de relacionarnos con los demás. Pero también la soledad puede ser una oportunidad ya que permite sentir los recuerdos, las ilusiones, los pensamientos y el propio cuerpo.


Bibliografía:
  • Muchinik, Eva; Seidmann, Susana, “Aislamiento y Soledad”. Editorial Eudeba, Bs. As. 1998

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos de nuevo:
Soy Azael otra vez, me preguntaba si en el caso de que una persona sea altamente sociable, es decir amigos, familia, etc. pero disfruta de su soledad, no posee apegos de ninguna clase, ¿seria un trastorno? o ¿es normal?,¿es acaso una estrategia de defensa de mi psique? por ejemplo en mi caso me agrada tener amigos, aunque no en el sentido estricto de la palabra, pero los libros y estar en silencio son mi pasion, el meditar sobre la existencia, bajo el manto de la noche, quiza este asociado esto que digo a una idea romantica, un ideal,pero deseo sus comentarios.

Por cierto lei su comentario, gracias por su respuesta.

Nadia dijo...

Hola Azael!

Me remito un poco a lo que publiqué sobre la red social personal que se dividía en cuatro cuadrantes (familia, amigos, relaciones laborales o escolares y relaciones comunitarias o de servicio) y que a su vez por cada uno pasaban tres círculos concéntricos (relaciones íntimas, relaciones con menor grado de compromiso y conocidos). Considero que no es tan importante la cantidad de relaciones de las que uno disponga sino en qué círculo cae cada una de ellas. Por ejemplo una persona que se considera altamente sociable pero la mayoría de sus relaciones tiene la categoría de "conocidos" es muy probable que se sienta solo. Lo que quiero decir es que no importa la cantidad de relaciones sino su calidad y tu capacidad para permitirte tener relaciones íntimas que resultan ser más afectuosas y menos distantes que otros tipos de relaciones.

La soledad patológica es aquella que conlleva perdida de contacto con los semejantes, aislamiento, inmersión en un mundo solipsista que la persona se crea con la equivocada esperanza de lograr una existencia sin sobresaltos, donde el contacto afectivo y profundo con otros es considerado peligroso o innecesario. Dados estos lineamientos dejo que vos, que te conoces mucho mejor que yo, evalúes si tu estado es o "normal" como vos decís.

Saludos!